Seamos realistas, no hay modo de trabajo listo para ser el padre de un adolescente, así como no hay padre perfecto. Todas son únicas y las expectativas son geniales, especialmente para tus padres.
El adolescente es un período durante el cual se han llevado a cabo ensayos y errores y nuestros padres son cuestionados para forjar nuestra propia identidad y la gran mayoría de los padres sobreviven este período tumultuoso. El adolescente es el tiempo de vida en el que su hijo cambia el más rápido!

Recuerde que usted no tiene que ser perfecto, sentirse normal en sus reacciones, para preservar una hermosa relación con su adolescente, porque incluso si él hace esfuerzos sobrehumanos para probar que es autónomo e independiente, lo que él quiere... la realidad es que él todavía necesita su apoyo, su consejo y su amor durante muchos años.

Tu adolescente no lo deja aparecer, pero lo que haces y lo que dices es importante para él. Ya no te imita como cuando tenía tres años, pero te observa, lo pesa por y contra lo que haces, y podría adoptar varias de tus actitudes, quizás incluso sin darse cuenta. Especialmente si tienes una buena conexión con él.

Es especialmente si tienes actitudes parentales demostrando tu calidez, escucha y una mente abierta que tu adolescente te respetará, confiará en ti y será influenciado por ti. En primer lugar, es importante que aceptes que tu hijo es una persona diferente de ti. Esto puede parecer obvio a primera vista, pero muchos padres a veces lo olvidan.

¿Alguna vez has visto a los padres insistir que su hijo realiza en clases de música o actividades deportivas como si el honor de la familia dependiera de ellos? ¿Alguna vez has conocido gente cuya elección profesional ha sido totalmente influenciada por la presión de los padres y quién, después de unos años, se dio cuenta de que eran infelices en su profesión o profesión?

¡Cómo la presión de los padres puede a veces tener tantas consecuencias desastrosas como la presión de los pares! Como prueba, este tipo de situación sirve de base para varias películas y novelas. Estos son ejemplos de padres que quieren el bien de su hijo, pero que perciben a su hijo como su extensión. Es como si el bienestar de sus descendientes fuera pasar por un camino trazado por ellos.

Su hijo es una persona diferente de usted, cuyo bien desea y quién se parece a usted, pero que tiene el derecho de tomar sus propias decisiones. El camino que conducirá a su bienestar y felicidad que ustedes así desean es tal vez un camino diferente al suyo, del que ustedes habían imaginado para él.

Por lo tanto, es mejor hacerle las preguntas que le ayudarán a encontrar la manera SON, en lugar de indicar un camino ya trazado por usted.

El período de la adolescencia es el período en que debe aprender a diferenciarse, a pesar del por y contra todo lo que le inculcó, y es saludable que lo haga. Si lo respetas y tienes una buena relación con ella (aunque algunos conflictos ocasionales), es probable que sólo rechazará muy poco de tus valores y opiniones, que adoptará una gran parte de ella.

¡Sé humilde, discúlpate, reconoce tu error cuando lo haces y respeta! Si quieres que tu adolescente te respete, primero debes respetarlo.

Si quieres que reconozca sus errores, reconoce los tuyos.

Usted es todavía y siempre un modelo para él, incluso si es a tiempo parcial en esta etapa! Ahora que él tiene una mirada más crítica a usted, él rechazará algunas de sus actitudes, y él adoptará a otros. Entonces, cuando cometas un error de juicio, especialmente cuando se trata de tu relación con él, tienes la humildad de reconocer tu error y disculparte.
Reconocer una parte de la verdad en lo que dice es la mejor manera de desactivar su ira y de poder seguir influyendo en ella, a pesar de sus imperfecciones y errores. Tu adolescente te admirará y te respetará por tu humildad.

Si por el contrario, adoptas la actitud de "Siempre tengo razón y siempre estás equivocado porque soy el padre y tú eres el niño", él/ella puede centrarse en tus defectos y jurar que nunca se vuelva como tú, a pesar de tus cualidades, que él/ella no verá. Y aquí está tu potencial de influencia positiva en el humo...
Este artículo fue tomado del libro por Nadia Gagnier Teenagers: guía de supervivencia padre, publicado en las ediciones La presse